Manera Magazine 8

El número de verano: el más privilegiado, ese al que podemos dedicarle una atención plena, el que leemos con el cerebro despejado, abierto a la inspiración. ¡Y menos mal! Porque, si algo hay en este número, que se gestó en parte durante el Salone del Mobile de Milán, es inspiración, novedad, frescura. Una frase de Oscar Wilde guía el octavo de nuestros números: “Toda buena obra parece perfectamente moderna”. En sus páginas, nos hemos atrevido con la bola del futuro para recopilar esas piezas y proyectos que “posiblemente percibiremos como actuales dentro de varios lustros, porque su calidad está apuntalada por recios conceptos”, como reza el editorial. 

INTERIORES Y CREADORES ETERNOS

El proyecto en portada, un refugio en el cielo de Santo Domingo, obra de Jorge Brown Cott, y su eclecticismo sabio y enraizado en la tradición latinoamericana, es un perfecto ejemplo de todo ello. De la frescura, el atrevimiento y la eternidad. También lo es la casa del interiorista Toni Espuch, donde cada objeto cuenta la historia de la humanidad e invita a vivir la belleza, o la de Alfonso Tost, que es un reflejo de sus vivencias y viajes.

Encontrarás ese aire de eternidad en el apartamento que Marta de la Rica, un continente para el Arte con mayúscula, o en esos proyectos donde la naturaleza es protagonista, bien como fuente de bienestar, como en el oasis obra de Guto Requena en São Paulo, bien como protagonista, como en la casa Copas en Valle del Bravo (México), donde el entorno natural crece a sus anchas y el interior responde a esta fuerza salvaje. Lo encontrarás sobre todo en la casa que el arquitecto mexicano Agustín Hernández construyó para su hermana, la coreógrafa Amalia Hernández, en Ciudad de México siguiendo el principio de que la arquitectura tiene que reflejar el movimiento vital de quien la habita.

Querrás retirarte en el apartamento lisboeta en el que Studio Gameiro ha ensalzado lo antiguo para crear algo nuevo, un interior contenido, de aspecto casi monacal, en ese hogar en el puerto de Ibiza donde recalar y crear recuerdos en la isla, obra de Sofía Leirós y su firma, Mestizo, o en el apartamento en Torremolinos con el que Sierra de la Higuera abre un portal hacia los esplendorosos años que vivió la Costa del Sol.

PIEZAS QUE NOS SOBREVIVIRÁN

Como no podía ser de otra forma, esas piezas que nos marcaron en nuestro viaje a Milán tienen su lugar de honor: la sección de Buenas Maneras de este número. Aquí, y en el Recibidor, te presentamos esos proyectos destinados a dejar su huella en la historia.